Hola a quien todavía tenga ganas de leerme. Dale al
siguiente a link para intentar transportarte a un mundo diferente que tal vez
no conozcas
Hoy como quizá ya sabrás ha fallecido en pista el magnífico
y a veces temerario piloto Marco Simoncelli. Colin y Valentino no han podido
esquivarle ante el intento de levantar la moto del italiano para salvar la
caída. Azar: eso que ocurre porque sí, porque tiene que pasar y no hay que
darle más vueltas. Si analizamos como se ha producido el accidente te das
cuenta del cúmulo de tremendas circunstancias que se han tenido que dar para que
el fatal accidente ocurra. Primero que a Marco se le fuera su Honda RC212V de
delante, que justo Bautista no le tire, que luego por el intento del italiano
de levantar la moto se cruce delante en pista de Edwars y Vale que pasaban en
el momento exacto por el lugar exacto. Cómo si la película de Lemony Snicket se
tratara, “Una serie de catastróficas desdichas” ha producido el fatal
desenlace. No voy a recrearme más en el accidente. Para muchos y sobretodo
muchas que me leáis, más o menos os importará más bien poco. Pero para otros
muchos que llevamos casi desde que nacimos los domingos delante del televisor
viendo los duelos Prost-Senna, Schumacher-Villenueve, Crivi- Doohan y los
reciente Valentino-Lorenzo y Stoner-Todos, que estamos acostumbrados a ver las
mismas caras sobre las mismas motos semana tras semana supone un palo. Si eres
mujer es como si de repente te enteraras que Sarah Jessica Parker ha fallecido
en mitad de un rodaje (Dios no lo quiera) y de aquí al resto de Sexo en Nueva
York jamás la vas a volver a ver. Somos un poco egoístas porque nos habíamos
acostumbrado a su familiar cara y queremos que siga siendo ella quien
interprete a Carry. Ni los conocemos ni sabemos si son o no buenas o malas
personas. Pero sabemos que los vamos a echar en falta porque cada día, cada
semana estamos acostumbrados a verlos. Y de nuevo retomo el tema de las motos y
de la canción de los Red Hot.
“Velocidad” con esta palabra abre la película Cars, que
dicho sea de paso es mi película favorita de animación en 3D. La velocidad no
es un buen pasajero que nos acompaña en los viajes y en la carretera, pero es
la manzana prohibida que queremos morder. Desde luego las calles no es el lugar
apropiado para ello, vaya eso delante. Existen los circuitos además de para ir
con tus amigos, hijos, familia a pasar un día de sol y carreras con olor a
gasolina, para que si un día necesitas darle rienda suelta a la tensión acumulada
lo hagas en condiciones de seguridad. Soy un amante de la velocidad, si, con mi
coche de 70cv… Disfruto cuando siento bajo mis piernas una máquina capaz de
llevarme a los 200 km/h en apenas diez
segundos, o cuando experimentas las fuerzas laterales que se sienten con un
coche de competición (incluso un Kart te puede transmitir estas sensaciones, o
si no, quien no ha subido a un kart con sus amigos y al bajar de él no ha
bajado temblando por la adrenalina?). Pero la velocidad implica un riesgo. Los
pilotos de motos y coches de todo el mundo asumen este riesgo y no les es
esquivo. Grandes nombres del mundo del motor han coqueteado con los límites de
la física. Me viene a la mente Ayrton Senna, genio, genio y genio. A Senna se
le atribuye la famosa apuesta que hizo en Mónaco con sus mecánicos colocando cerillas
por los guardarailes del circuito y apostando que era capaz de partirlas, y lo
hizo.
Hoy solo me queda darle las gracias a todos esos pilotos que
domingo tras domingo se enfundan el mono y se preparan para poner su vida en
peligro para que nosotros, amantes de la velocidad a distancia disfrutemos con
sus adelantamientos, derrapadas, tumbadas al límite… no pido que todos compartáis
la pasión que algunos sentimos por las
carreras, ni siquiera que las comprendáis, pero al menos sí que las respetéis.
Mi forma de entender las cosas ha ido cambiando tras el paso del tiempo.
Imagino que me estaré haciendo mayor o que igual me pasa eso que les pasa a los
adultos y que como Peter Pan yo niego, habré madurado?(algo). Porque hace
tiempo tenía en mente mi futuro, dibujado con una preciosa moto naked bajo mis
piernas, y yéndome a disfrutar de una mañana de motos, o en el circuito. Era
algo que tenía claro, que iba a hacer sí o sí. Pero cosas que pasan, mi mente
ahora sigue teniendo ese amor y pasión por esa diabólica máquina, pero tengo
claro que si algún día comparto la vida con alguien, no permitiré que esa persona
se acueste ni una sola noche teniendo la preocupación de si me puede pasar
algo. Tener la moto, la tendré, pero el
uso que haga de ella dependerá muy mucho de otros factores. Soy un poco como “mi
propia seguridad no me preocupa lo más mínimo, pero cuando mi seguridad le
preocupa a alguien que me importa, la cosa cambia…”, ya lo decía David
Coulthard (piloto de F1) “desde que nació mi hijo no soy capaz de tomar esa
curva a la misma velocidad que antes”, y es que para bien o para mal, en el
mundo no estamos solos, o sólo quizá sea yo que me estoy haciendo mayor…descanse
en paz, Grande! Marco Simoncelli.
Infielmente tuyo, Carlos Torralba
PD: hoy os dejo un espectacular video, te lo recomiendo
tanto si te gustan las carreras como si no, confía en mí, porque si no son las
excelsas imágenes en slow motion las que te ponen los pelos de gallina, será la
bso de Smokin’ Aces que suena de fondo, un lujo en clave de piano para los oídos.