domingo, 23 de octubre de 2011

Lo que desearía nunca haber tenido que escribir....



Hola a quien todavía tenga ganas de leerme. Dale al siguiente a link para intentar transportarte a un mundo diferente que tal vez no conozcas  

Hoy como quizá ya sabrás ha fallecido en pista el magnífico y a veces temerario piloto Marco Simoncelli. Colin y Valentino no han podido esquivarle ante el intento de levantar la moto del italiano para salvar la caída. Azar: eso que ocurre porque sí, porque tiene que pasar y no hay que darle más vueltas. Si analizamos como se ha producido el accidente te das cuenta del cúmulo de tremendas circunstancias que se han tenido que dar para que el fatal accidente ocurra. Primero que a Marco se le fuera su Honda RC212V de delante, que justo Bautista no le tire, que luego por el intento del italiano de levantar la moto se cruce delante en pista de Edwars y Vale que pasaban en el momento exacto por el lugar exacto. Cómo si la película de Lemony Snicket se tratara, “Una serie de catastróficas desdichas” ha producido el fatal desenlace. No voy a recrearme más en el accidente. Para muchos y sobretodo muchas que me leáis, más o menos os importará más bien poco. Pero para otros muchos que llevamos casi desde que nacimos los domingos delante del televisor viendo los duelos Prost-Senna, Schumacher-Villenueve, Crivi- Doohan y los reciente Valentino-Lorenzo y Stoner-Todos, que estamos acostumbrados a ver las mismas caras sobre las mismas motos semana tras semana supone un palo. Si eres mujer es como si de repente te enteraras que Sarah Jessica Parker ha fallecido en mitad de un rodaje (Dios no lo quiera) y de aquí al resto de Sexo en Nueva York jamás la vas a volver a ver. Somos un poco egoístas porque nos habíamos acostumbrado a su familiar cara y queremos que siga siendo ella quien interprete a Carry. Ni los conocemos ni sabemos si son o no buenas o malas personas. Pero sabemos que los vamos a echar en falta porque cada día, cada semana estamos acostumbrados a verlos. Y de nuevo retomo el tema de las motos y de la canción de los Red Hot.


“Velocidad” con esta palabra abre la película Cars, que dicho sea de paso es mi película favorita de animación en 3D. La velocidad no es un buen pasajero que nos acompaña en los viajes y en la carretera, pero es la manzana prohibida que queremos morder. Desde luego las calles no es el lugar apropiado para ello, vaya eso delante. Existen los circuitos además de para ir con tus amigos, hijos, familia a pasar un día de sol y carreras con olor a gasolina, para que si un día necesitas darle rienda suelta a la tensión acumulada lo hagas en condiciones de seguridad. Soy un amante de la velocidad, si, con mi coche de 70cv… Disfruto cuando siento bajo mis piernas una máquina capaz de llevarme a los 200 km/h  en apenas diez segundos, o cuando experimentas las fuerzas laterales que se sienten con un coche de competición (incluso un Kart te puede transmitir estas sensaciones, o si no, quien no ha subido a un kart con sus amigos y al bajar de él no ha bajado temblando por la adrenalina?). Pero la velocidad implica un riesgo. Los pilotos de motos y coches de todo el mundo asumen este riesgo y no les es esquivo. Grandes nombres del mundo del motor han coqueteado con los límites de la física. Me viene a la mente Ayrton Senna, genio, genio y genio. A Senna se le atribuye la famosa apuesta que hizo en Mónaco con sus mecánicos colocando cerillas por los guardarailes del circuito y apostando que era capaz de partirlas, y lo hizo.



Hoy solo me queda darle las gracias a todos esos pilotos que domingo tras domingo se enfundan el mono y se preparan para poner su vida en peligro para que nosotros, amantes de la velocidad a distancia disfrutemos con sus adelantamientos, derrapadas, tumbadas al límite… no pido que todos compartáis  la pasión que algunos sentimos por las carreras, ni siquiera que las comprendáis, pero al menos sí que las respetéis. Mi forma de entender las cosas ha ido cambiando tras el paso del tiempo. Imagino que me estaré haciendo mayor o que igual me pasa eso que les pasa a los adultos y que como Peter Pan yo niego, habré madurado?(algo). Porque hace tiempo tenía en mente mi futuro, dibujado con una preciosa moto naked bajo mis piernas, y yéndome a disfrutar de una mañana de motos, o en el circuito. Era algo que tenía claro, que iba a hacer sí o sí. Pero cosas que pasan, mi mente ahora sigue teniendo ese amor y pasión por esa diabólica máquina, pero tengo claro que si algún día comparto la vida con alguien, no permitiré que esa persona se acueste ni una sola noche teniendo la preocupación de si me puede pasar algo.  Tener la moto, la tendré, pero el uso que haga de ella dependerá muy mucho de otros factores. Soy un poco como “mi propia seguridad no me preocupa lo más mínimo, pero cuando mi seguridad le preocupa a alguien que me importa, la cosa cambia…”, ya lo decía David Coulthard (piloto de F1) “desde que nació mi hijo no soy capaz de tomar esa curva a la misma velocidad que antes”, y es que para bien o para mal, en el mundo no estamos solos, o sólo quizá sea yo que me estoy haciendo mayor…descanse en paz, Grande! Marco Simoncelli.


Infielmente tuyo, Carlos Torralba


PD: hoy os dejo un espectacular video, te lo recomiendo tanto si te gustan las carreras como si no, confía en mí, porque si no son las excelsas imágenes en slow motion las que te ponen los pelos de gallina, será la bso de Smokin’ Aces que suena de fondo, un lujo en clave de piano para los oídos.

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