domingo, 25 de marzo de 2012

Carpe Diem


Hola a tod@s, hace mucho tiempo que no me siento un rato a escribir. Quizá porque no he encontrado tiempo para hacerlo, quizá porque no era buen momento, o quizá simplemente porque no tenia nada que decir...sea como fuere hoy si me apetece escribir sobre algo que muchas personas acuñan de forma propia: el famoso Carpe Diem. Comenzamos: Dale al click http://www.youtube.com/watch?v=CC5ca6Hsb2Q

Pues bien, Carpe Diem literalmente quiere decir "aprovecha el día", que con una traducción un poco más figurada significa "aprovecha el momento, no lo malgastes". Estoy seguro de que alguna vez algún amigo o amiga tuyo habrá usado esta expresión en la tipica cena con vino y tapas cuando alguien le ha preguntado "¿Y tú, no piensas buscar novi@?" a lo que su interlocutor ha respondido "No, eso ya llegará, de momento, carpe diem" o alguna frase similar. Es pues entendido muchas veces,  el carpe diem, como aprovecha "ahora" sobre todo, tratandose de temas de sexo, de perder la cabeza en fiestas, o de desparramar...o en definitiva de comportarse de forma poco consciente y muy de forma de dejarse llevar sin pensar en las consecuencias. La expresión en sí misma, no está mal usada, claro que no, pero yo quiero que os lo replanteéis desde otro punto de vista mucho más profundo y que a mi juicio es , mucho mas importante.

Permitidme que os copie una historia que no es mía, con lo cual, copyright a quien corresponda, de un mail que me mandaron que me hicieron replantearme, sobre todo en estos momentos de crisis donde los jóvenes tratamos de abrirnos paso en el mundo laboral trabajando mil horas por un sueldo ridículo pensando en "labrarnos un futuro". Si muchos,entre los cuales no me incluyo, no están equivocados acerca de muchas cosas de la vida, merece la pena que dediqueis unos minutos, creedme, leed y luego sigo:

"Un hombre de negocios norteamericano estaba en el embarcadero  de un pueblecito costero de México cuando llegó una barca con un solo tripulante y varios atunes muy grandes.
El norteamericano felicitó al mexicano por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo había tardado en pescarlo. 
El mexicano replicó: Oh! Sólo un ratito.
Entonces el norteamericano le preguntó por qué no se había  quedado más tiempo para coger más peces.
El mexicano dijo que ya tenía suficiente para las necesidades de su familia.
El norteamericano volvió a preguntar: ¿Y qué hace usted entonces con el resto de su tiempo?
- El mexicano contestó: - Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta con mi mujer, voy cada tarde al pueblo a tomar unas copas y a tocar la guitarra con los amigos. Tengo una vida plena y ocupada, señor.
- El norteamericano dijo con tono burlón: - Soy un graduado de Harvard y le podría echar una mano. Debería dedicar más tiempo a la pesca y con las ganancias comprarse una barca más grande. Con los beneficios que le reportaría una barca más grande, podría comprar varias barcas. Con el tiempo, podría hacerse con una flotilla de barcas de pesca. En vez de vender su captura a un intermediario, se la podría vender al mayorista; incluso podría llegar a tener su propia fábrica de conservas. Controlaría el producto, el proceso industrial y la comercialización. Tendría que irse de esta aldea y mudarse a Ciudad de México, luego a Los Ángeles y finalmente a Nueva York, donde dirigiría su propia empresa en expansión.
- Pero señor, ¿cuánto tiempo tardaría todo eso?
- De quince a veinte años.
- Y luego ¿qué?
- El norteamericano soltó una carcajada y dijo que eso era la mejor parte:
- Cuando llegue el momento oportuno, puede vender la empresa en bolsa y hacerse muy rico. Ganaría millones.
- ¿Millones, señor? Y luego ¿qué?
- Luego se podría retirar. Irse a un pequeño pueblo costero donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus nietos, hacer la siesta con su mujer e irse de paseo al pueblo por las tardes a tomar unas copas y tocar la guitarra con sus amigos.
- Bueno, pero eso es lo que hago ahora señor ¿Por qué tengo que esperar veinte años? "

De acuerdo, aceptamos que este relato es demasiado romántico, y los quisquillosos siempre me podrán decir: "y de donde saca el dinero para pagar la barca, para pagar las facturas de la luz, la casa etc" y por supuesto tenéis razón. Pero si veis un poco más allá, vivimos en un mundo y tiempo donde todo se hace "para el día de mañana". Cuando vas al colegio estudias para poder elegir rama de bachillerato. Cuando estudias bachillerato (BUP y COU si quiereis) para poder elegir carrera universitaria. Cuando estudias en la universidad eliges ramas para poder elegir el tipo de trabajo que terminarás haciendo. Cuando estás trabajando lo haces para poder optar a un puesto mejor dentro de la empresa, o para ganar más y mejor dentro de la tuya propia. Siempre hacemos algo de cara al "mañana", para poder vivir mejor, tener las comodidades que deseamos a medida que vamos creciendo, poder mantener a nuestros hijos o simplemente permitirnos ese estilo de vida de coches caros, veleros de revista, vestidos de ensueño, piedras preciosas, viajes increibles...

No voy a usar demagogia diciendo que todas esas cosas no son importantes, corrijo: o al menos, deseables por algunos entre los cuales me incluyo. Lo son, lamentablemente. No es mi culpa querer un deportivo de caché que haga el 0 a 100 km/h por debajo de los cuatro segundos o que me transmita las sensaciones de un antiguo descapatobale. No lo es para vosotras el querer un vestido increible o un brillante adornando vuestra mano. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es: ¿ son estas cosas en sí mismas, metas en la vida?? ¿Qué ocurre, como valorarías tu vida, si llegado el momento con 90 años no las has conseguido? Y aquí es donde entra en juego el CARPE DIEM, al menos en lo que a mi concierne.

Algunas personas que me conocen, me plantean la idea que he hecho yo para haber tardado en terminar una carrera técnica mas un segundo ciclo la nada desdeñable cifra de diez años. O que hace la gente que se tira ocho años en terminar sus estudios. Durante mucho tiempo he tenido miedo a pensar la respuesta, porque mi cabeza no era capaz de encontrarla, o me venian cosas como "el vago, el perro, o simplemente no lo sé...buena pregunta". Y por fin hoy tengo mi respuesta: he VIVIDO (en mayúsculas) años muy felices, quizá los mejores de mi vida, o quizá no y estén todavía por llegar. Pero he aprendido cosas que no se enseñan en los libros, he reido en infinidad de momentos, he saltado, he corrido, he bailado, me he despeinado y lo que es más importante, he hecho reir, he hecho que bailen conmigo, que salten que corran que se despeinen y que disfruten. Miro hacia atrás y no te engaño ni me engaño, quizá debería haberme esforzado más para llevar dos o tres años de vida profesional ganada, y seguramente ese sería mi consejo para mis hijos, pero puedo decir que no he vivido el mañana, he vivido hoy. Y cierto es, que hay que labrarse un futuro, un porvenir, y estoy completamente de acuerdo, porque yo quiero mi coche de los cuatro segundos o mi antiguo descapotable con el que recorrer la costa francesa, quiero que mi mujer lleve el vestido exacto con la espalda al aire, quiero tener viajes que ni en los libros están escritos, quiero todas esas cosas y por eso me esfuerzo (en parte) ahora para poder conseguirlas en un futuro, en un mañana. Pero no a cambio de sacrificar mi ahora, mi "este momento".

Normalmente dejo enlaces de las canciones que me gustaria que escucharas mientras lees esto, pero hoy quiero ir un paso mas allá por dos razones: "ella" y ese house elegante que tan en desuso está hoy en dia pero que tan buenas sensaciones transmite, y al fin y al cabo, de eso se trata, de tener siempre buenas sensaciones. Ese despertar, esa mano traviesa y esa sonrisa de niña en cuerpo de mujer...

Para mi esa es la esencia del Carpe diem, de disfrutar al máximo todos los momentos que nos vengan buenos y malos, de pensar en el mañana, vale, pero sobre todo en pensar en el ahora mismo en todos sus sentidos. Como dicen por ahí, el destino es quien reparte las cartas, y a veces no son las que querríamos, otras si lo son, pero sobre todo, somos nosotros los que las jugamos y por tanto los que a fin de cuentas somos dueños de nuestro propio destino. "Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros" dijo en su momento Sartre, y eso pasa por aprovechar todos los momentos en los que existamos. Y si llegado el momento no consigo ese vestido increíble para nuestra esposa (que bien pensado igual se lo puede permitir ella), ese deportivo de lineas esbeltas, esos viajes de noches bailando frente al mar, poder simplemente decir: "No, no los tuve, pero tuve el coche que me permitió moverme, tuve a la mujer que hizo increibles todas y cada una de las prendas que se puso, tuve bailes frente al mar sin necesidad de hablar español latino en el caribe y tuve lo que siempre soñé que querría sin la necesidad de tener que esperar al mañana." y entonces poder decir sin temor a equivocarme: "Carpe diem, hoy he vivido lo que ayer soñe"

Infielmente tuyo, Carlos Torralba

Pd: La frase de la primera foto "Sueña como si fueses a vivir para siempre, vive como si fueras a morir mañana" corresponde al genial James Dean, icono donde los haya.